miércoles, 12 de febrero de 2014

¡Corre!

Hoy salí a fumar -como casi siempre-, me dí cuanta de que fumo mucho, era el último cigarro de la cajetilla que había comprado, qué rápido se acaban, eh. Normalmente fumo en el patiesillo que esta atrás de mi casa, está techado y tiene una protección para que no se meta nadie por ahí, creo que el tanque estaba mal apretado porque se escapaba, así que olía a gas. 

Es muy manía mía expulsar el humo hacia arriba ya que a mí me gusta ver el cielo, pero me costaba respirar aire fresco, eso me inquietaba bastante. Además, la protección más bien parecía jaula, me sentía asfixiada, sin salida, me entró cierto pánico pero, ¿a qué? Nadie podría hacerme daño ahí, estaba sola... Tenía unas inmensas ganas de correr. Correr a no sé dónde, pero lejos, sin detenerme, sin mirar atrás. Pero, correr ¿de qué, de quién? Eso me llevó a pensar que no era otra cosa más que yo, no puedo deshacerme de mí, así me siento, atrapada en mí misma, a veces llego a pensar que alguien más está dentro mío, alguien que lastima a las personas que quiere, que destruye todo lo que toca o está cerca de ella, alguien que debe estar ahí, encerrada, distante de todo y todos para no hacer daño. Y es que ¡hay que detenerla! La única manera de hacerlo es esa, que se quede en mí, a la única que le podría hacer daño será a mí, y es mejor así...


¡Huyan! ¡Aléjense! ¡¿Qué acaso no se dan cuenta, joder?! ¡Los va a hundir! No los quiero cerca, ¡¿qué no entienden que los estoy salvando?! Yo no puedo escapar de ella y de todo lo que ha echo, pero ustedes sí y deben hacerlo. Los voy a obligar a irse.... 

Ahuyento a todos los que tratan de ayudarme ...necesito su ayuda, los necesito... 

¡Pero no! Estoy rota y corto, hago que sangren, que duela. No quiero eso para ustedes, no lo merecen, yo sí. 

Al final del día es difícil saber quién de las dos soy yo. Me aterra la respuesta. 
No puedo cuidarme, está en todas partes, no soy lo suficientemente fuerte para salvarme, no hay salida, pero puedo cuidarlos a ustedes. Háganlo fácil, ¿vale? Déjenme sola que ésta pelea es mía y quiero ganarle...