sábado, 15 de febrero de 2014

Carta #14.

Hoy es 14 de Febrero, como todos ya saben se festeja el "Día del Amor y la Amistad". No lo odio, ni me molesta como a muchas otras personas, incluso pienso que es lindo -aunque a ti no te gusten mucho esas cosas-. Sé que hice mal -o al menos así lo considero- al no dar señal de vida este día tan "importante". Eres mi amiga, ¿cierto? Y tal vez ese sea el problema. Yo no quiero serlo, más bien, no puedo. Y no, no me mal entiendas, que yo intento, eh. Es super lindo hablarnos, bromear, saber de tu día, tontear, llevarnos pesado. Vamos, ya sabes a lo que me refiero, ¿no? Es por eso que decidí no dar pizca de mi existencia. Me imaginé varios de tantos escenarios -como no se me da-, quizás llenarías el inicio del Twitter con tu miel, o qué sé yo; y pues, ya sabes, no quería ver eso, no quería incomodarte con algún comentario pasado que se me llegara a salir, porque me conozco y me conoces, no habría podido con todo eso. Yo de verdad quiero que disfrutes a esa persona al máximo, sin mí estorbándote de ninguna manera porque sé que la quieres, no voy a ser de esas ex que te cagan la vida. No. 

Pensé en llamarte por teléfono, pero lo creí inapropiado. También quise mandarte un texto, pero bueno, yo de por sí te escribo aquí -mira que de café en café y de luna en luna ya te ando armando un libro, eh-. Además, este tipo de sentimientos ya no te los debo expresar. Claro, igual cabe la posibilidad de que ni por error haya pasado mi nombre por tu cabeza, qué más da. Al final, si algún día apareces por aquí, sabrás que no me olvidé. Tengo mala memoria, sí, pero nunca te olvido.

Aquí está todo lo que debí demostrarte éste San Valentín. Y cada día...

Cuando se trata de ti no sé actuar, mis palabras tiemblan y mis manos se ponen ansiosas. Soy una completa inútil cuando se trata de ti. No sé cómo empezar, tampoco qué hacer ni qué decir. No te voy a mentir, esto no era lo que esperaba; aunque si esperaba algo, pero no esto. Lo cierto es que... quería pasarlo contigo... Ya sabes, viajar a Toluca sin decirte nada, prepararte una "sorpresa", esperar a que llegaras de la universidad, notar la expresión de tu cara al verla, al verme; y que sintieras que no podías más con los latidos de tu corazón, que estos fueran cual fuegos artificiales lanzados por mí, ah. ¿Me creerías si te dijera que llevaba planeando esa "sorpresa" desde el 28 de Octubre? 

Pero, la cuestión es que tú eres de esas cosas que rara vez pasan, de esas diminutas casualidades, minúsculas coincidencias, de esas oportunidades que la vida no te da dos veces. Y me atonté. Eres instante, y te da por desaparecer. Te volví a buscar, pero tardé en llegar; alguien más ya te había encontrado. Y te amo. Es la misma cosa. Y lo siento, porque terminamos, pero también porque subestimamos el amor, lo traté como algo que nunca se apartaría de mí y tú lo hiciste a un lado, lo guardaste, creyendo que cuando lo necesitáramos lo sacarías y sería igual. Ya sabemos qué pasó después. Y sí, esa es la parte triste. ¿Qué debo hacer con un amor que ya no es mío y tampoco tuyo? Cuando tomaste las tijeras y cortaste el hilo, caí como una marioneta sin dueño. Ahora que no tengo nada -y con eso me refiero a ti-, me toca volver a buscarme una vida. La que me quedó no me agrada. Mira que no tenerte en mi vida es como pasar una tarde fría sin cigarros. Básicamente, es una grosería. Y así me va.

Te extraño mucho. Y extrañarte mucho, se me hace poco. Creo que te extrañaría incluso si nunca nos hubiéramos conocido. Sé que debo superarlo, blah blah blah, pero dime, ¿cómo superas a la persona que dio todo porque fueras mejor, a quien se recostó en el suelo cuando tú caíste? ¿Cómo superas a esa persona que fue diferente entre todos los demás, a quien sí peleo por éste lugar? ¿Cómo superas a quien en lugar de ahorcarte, uso la cuerda para sujetarte? ¿Cómo superas a lo único que te ha dado una verdadera razón para existir? ¿Cómo te supero? ¿No te parece ingrato?

Puntualmente en cada insomnio, toca preguntarme quién eres, quién somos y en qué quedó todo. El por qué de habernos dejado en ruinas sin querer amontonar nuestros pedazitos para volver a hacernos bonito. A veces, me gusta la idea de que tú seas mi Fermina Daza y yo tu Florentino Ariza, y pensar que hay tiempo suficiente para imaginar cualquier cosa, para creer que aparecerás en cualquier momento, para incluso creer que me buscas. Y así es como logro dormir. Porque un día me dijeron que el pasado tarde o temprano vuelve. Desde entonces tengo la esperanza de volver a verte. 

Y justo después de éste mes...

...